Somos una cooperativa de productores familiares y artesanos que hacemos Turismo Comunitario. Nuestra organización promueve el trabajo asociativo, la autogestión campesina, el buen vivir, e identidad cultural.
Las comunidades o paraje donde vivimos, son: El Divisadero, San Luis de Chuscha, San Antonio de Animaná, Corralito, El Barrial, San Carlos, Santa Rosa, La Banda de Abajo y Cafayate. Esta organización territorial y de base comunitaria lleva desde el año 2004 trabajando para que el turismo sea una actividad que genere autogestión, trabajo digno, reivindicación, ingresos complementarios, reconocimiento al saber local, a su patrimonio natural y cultural.
Contamos con habilitación del Ministerio de Cultura y Turismo de la Provincia de Salta lo que garantiza la calidad de nuestros servicios.
Aquí presentamos una descripción resumida del proceso organizativo y de construcción de lo que hoy, es nuestra cooperativa Red de Turismo Campesino. Una organización territorial de comunidades campesinas que buscamos autogestionarnos a través de los ingresos genuinos del turismo responsable y la venta de artesanías, bajo los principios de la economía social, el respeto a la diversidad y la equidad social con identidad.
En mayo del año 2004, empezamos a juntarnos y a pensar en involucrarnos en la actividad del turismo, con la idea de generar nuestra propia oferta, derivó en la decisión de conformar una red de comunidades, para potenciar el esfuerzo, para evitar la competencia entre nosotros mismos, estar unidos y actuar en conjunto. De este modo, dedicamos un par de años y muchas reuniones mensuales, para informarnos bien sobre el turismo en general y el turismo que más adecuadamente nos convenía gestionar y recibir; hablar sobre lo que significa trabajar en turismo; pensar sobre los impactos negativos y positivos que puede traer esta actividad y planificar de qué manera podemos organizarnos y trabajar. Diseñamos nuestra oferta de turismo rural comunitario en base a un precio justo y sustentable. Acondicionamos nuestras viviendas en nuestras comunidades; hemos mejorado nuestro hábitat; pudimos dar solución a problemas de necesidad básica; hemos podido participar en ferias de artesanías y turismo; nos hemos vinculado con organizaciones de la economía social y solidaria y hemos podido construir redes con otros emprendimientos campesinas e indígenas; entre otras acciones. Elaboramos nuestro Código Ético Ambiental y de Conducta Responsable; con nuestro sistema de atención rotativa de servicios y venta de productos.
En el año 2008 nos conformamos como cooperativa, reconocida por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social INAES
La cooperativa recibe un controlado número de viajeros al año; quienes eligen quedarse mayormente no menos de 3 días, para garantizar una real convivencia, un verdadero intercambio cultural, una estadía tranquila y por sobre todo, para invertir el tiempo suficiente para construir lazos afectivos y no ser sólo pasajeros “que pasan”. A partir de nuestro proceso de organización y de nuestra vocación de construcción interinstitucional; hemos logrado ciertos reconocimientos y hemos luchado por nuestros propios espacios y redes.
Ofrecemos productos artesanales auténticos y servicios de turismo rural de gestión comunitaria. La oferta turística se resume en: experiencia vivencial, alojamiento familiar, gastronomía típica, artesanías diversas, aprendizaje de oficios artesanales, caminatas y paseos a caballo. Practicamos y promovemos el comercio justo con identidad y el turismo responsable.
Nuestra oferta de turismo rural comunitario, es sumarse a nuestras actividades cotidianas, a compartir oficios agropecuarios y artesanales; a sentarse a dialogar y a permitirnos generar un intercambio intercultural. Las charlas en familia, la elaboración de empanadas, la cocina en hornos de barro, o buscar leña, regar los frutales, sembrar pimentón, podar las viñas, embotellar vino, aprender a tejer en telar o hacer cerámica, caminar por nuestras comunidades, pasear a caballo, conocer sitios arqueológicos, compartir fiestas comunitarias o simplemente admirar las estrellas o tomar mate bajo la sombra de un algarrobo; pueden ser algunas de las actividades que el viajero hace durante su estadía vivencial junto a nosotros. El viajero debe coordinar su viaje mediante una reserva previa; para que nuestras familias se organicen con anticipación. Ofrecemos actividades de bajo riesgo, principalmente cultural y de naturaleza; donde el disfrute del paisaje son las motivaciones más importantes. Nuestra infraestructura turística es nuestro hábitat familiar donde el viajero se aloja, almuerza, cena y comparte en nuestras viviendas tradicionales y camina junto a nuestros guías por sendas de nuestra comunidad en un paisaje serrano.
Elaboramos y compartimos nuestro código ambiental del turismo responsable, porque buscamos visitantes que respeten nuestra cultura e identidad, porque consideramos que cada viajero es un aliado en la lucha por un mundo mejor, más diverso y más justo.
Nuestra actividad está enmarcada en la resolución del Turismo Rural Comunitario – Resolución Ministerial de Cultura y Turismo de la Provincia de Salta Nº 195/13
Donde se considera… “Que el Turismo Rural Comunitario es una forma de gestión del turismo que aúna tres perspectiva: sensibilidad con el entorno natural y las particularidades culturales, búsqueda de sostenibilidad integral (social y natural), y control efectivo del negocio turístico por parte de las comunidades; “…
En diciembre 2015 se a firmado la adhesión al “Código Ético de mutua colaboración entre los actores del Turismo Rural Comunitario”, con el ministerio de Cultura y Turismo de Salta y Agencias involucradas.